El experto en viajes Brett Snyder aclara dudas sobre la situación, y ofrece algunas recomendaciones para sobrellevar las sacudidas en el avión.
Brett Snyder, famoso columnista de viajes de cadena CNN y fundador del sitio de asistencia aérea Cranky Concierge, dedicó la semana pasada su blog a un tema que provoca a muchos escalofríos. Se trata de los movimientos inesperados en pleno vuelo, provocados por razones climatológicas, principalmente.
El experto aclara dudas sobre la situación, y ofrece algunas recomendaciones para sobrellevar semejante situación a bordo de un vuelo. Dice, por ejemplo, que la turbulencia es una situación cotidiana. "Desde una pequeña sacudida hasta un paseo en la montaña rusa, nos expone a la turbulencia, un evento de rutina cuando se vuela, pero que asusta mucho a los viajeros".
Nos dice que lo primero que debes recordar acerca de la turbulencia es que casi nunca es tan mala como imaginas; puede parecer que has caído 30 metros, pero en realidad no deben ser más de tres.
Imagina que vas manejando de prisa en un camino sucio, si tratas de mantener un vaso con agua en esa travesía, estarás bien excepto por el gran derrame que se producirá dos segundos después. Por otro lado, si estás en un avión que atraviesa por turbulencia, tu agua usualmente no salpicará fuera de tu vaso.
"Para los amantes del control como yo y como muchos otros, eso es una experiencia que produce ansiedad. Pero existen algunas cosas importantes que debes saber acercan de la turbulencia que deberían ayudar a calmar tus nervios". Dice Snyder:
1. Es un evento rutinario: Los aviones pasan a través de la turbulencia todos los días, todo el día. Es preciso tener claro que las aeronaves están especialmente construidas para sobrellevarlas.
Están diseñados para soportar tremendas cantidades de fuerza en su estructura y en las alas, y suelen salir airosos de turbulencias extremas, aún cuando en la cabina interior parezca que pasó un tornado. Dicho esto, tampoco hay que ignorarlas. Las turbulencias pueden fracturarte un hueso o hasta la cabeza si no estás debidamente asegurado en tu asiento, como se pide.
2. Abrocha tu cinturón: Si hay una cosa que debes hacer para mantenerte a salvo durante un vuelo es mantenerte con el cinturón de seguridad abrochado todo el tiempo que estés sentado.
Si necesitas levantarte al sanitario, hazlo cuando el signo de abrocharse los cinturones esté apagado. ¿Por qué? Porque las personas que no lo hacen son las que se lastiman cuando el viaje se vuelve turbulento.
Las principales heridas se producen cuando las cabezas se golpean con el techo o al caer al pasillo como muñeca de trapo. Si estás sentado con tu cinturón ajustado, es como ir en la cabina de una montaña rusa.
3. Tormentas eléctricas: He dicho en varias ocasiones que es raro que la turbulencia haga caer a los aviones. Existe un tipo de turbulencia que los derriba y que es conocida por causar accidentes: la producida por las tormentas eléctricas.
Las corrientes ascendentes y cambios en el viento pueden ser tan violentos que una gran tormenta eléctrica puede hacer caer a un avión, especialmente si sucede cerca del suelo. Pero los pilotos conocen cómo evitarlas. Los aviones modernos poseen radares muy sofisticados que avisan a distancia razonable a fin de esquivarlas.
Aunque no sabemos exactamente qué derribó al vuelo 447 de Air France sobre el Atlántico en su camino desde Brasil a Francia en 2009, algunos especulan que los pilotos volaron justo hacia algunas tormentas que condujeron a una serie de eventos que hicieron caer al avión.
Aún así, la turbulencia fue probablemente como mucho un factor que contribuyó a la confusión en la cabina de mando después de que los sistemas comenzaran a fallar por otras razones.
La buena noticia es que la tecnología y el entrenamiento siguen adelantando y acumulando conocimiento para ayudar a los pilotos a evitar la turbulencia con cada vez más certeza.