El Mar Muerto, gran lago situado en el Asia Occidental, se extiende sobre parte de la frontera que separa Jordania de Israel. Su superficie se encuentra 393 metros por debajo de la de su vecino Mediterráneo; los turistas que acuden a sus playas se encuentran en el punto más bajo de la superficie terrestre. El Mar Muerto es un gran lago de casi 100 kilómetros de longitud, formado por un agua excepcionalmente salada.
La salinidad de las aguas del mar acostumbra ser de un 4%, mientras que en el Mar Muerto alcanza la cifra de un 26%. Un bañista flota sin necesidad de nadar y puede leer cómodamente el periódico mientras hace “el muerto”.
No obstante, esta abundancia de sal impide, como es lógico, todo tipo de vida en sus aguas, por lo que realmente se hace acreedor de su nombre.
Visitarlo, como es de esperar, no es gratuito. Lo más habitual es que estén gestionados por los propios hoteles costeros, que ofrecen numerosas comodidades al que está hospedado en ellos. Sin embargo, si no eres huésped, el precio sube. También hay playas más baratas que son estatales.
Los bañistas aprovechan para hacerse un peeling natural gracias al barro de este mar. Tiene gran cantidad de sales minerales, por lo que es estupendo para la piel. El agua es terapéutica. No sólo es idea para la piel, sino que ofrece un gran alivio para aquellos que padecen de enfermedades reumáticas o respiratorias.
Fuente: Viajes.net