Desafiar a la gravedad se vuelve en muchas ocasiones complicado. Sobre todo cuando las pistas se despegue y aterrizaje se construyen en lugares insólitos y al límite de las posibilidades entre la naturaleza y lo humano. Así, se producen situaciones en las que los aviones tienen que sobrevolar las cabezas de turistas en la playa, despegar desde un asfalto congelado o aterrizar en un aeropuerto al filo de un acantilado.
Te ofrecemos un conteo con los aeropuertos más extravagantes, raros e incluso peligrosos que existen sobre la faz de la Tierra.
1. Princess Juliana, Sint Maarten (Caribe)
A tan solo 25 metros sobre el suelo vuelan los aviones cuyo destino es el calor y el sol de Sint Maarten. Para poder aterrizar o despegar, han de pasar por una playa llena de turistas. Precisamente, aquí reside su atractivo. Y es que es, posiblemente, el único lugar del mundo donde se puede ver a los aviones (incluidos los de pasajeros de gran porte como el Boeing 747) cómo se aventuran o regresan de su destino justo debajo del mismo. Sin embargo, el gobierno local advierte que acercarse demasiado «puede provocar lesiones serias o incluso la muerte» al poder ser succionado por una turbina o ser enviado hacia el mar con gran fuerza. Aunque esto no evita que la playa se colapse de atónitos ojos y cámaras esperando a disparar el obturador.
El aeropuerto fue originalmente creado como pista de aterrizaje militar en 1942, pero fue reconvertido en uno civil tan solo un año más tarde. En 1964, el aeropuerto fue remodelado y se construyó una terminal nueva.
2. Juancho E. Yrausquin, Saba (Caribe)
Se podría pensar que un acantilado y una pista de aterrizaje no es la mezcla más sensata para la seguridad. Sin embargo para desafiar los imposibles como éste, está el aeropuerto de Saba, también en el Caribe. Está considerado como la pista comercialmente útil más corta del mundo, ya que apenas supera los 400 metros de longitud, cuando lo habitual es que sean de, al menos, 2,5 kilómetros. Cierto es que ningún avión comercial ni de pasajeros puede ir hasta allí, aunque sí los aviones más pequeños o los helicópteros. Por suerte, ningún incidente grave ha ocurrido hasta el momento.
3. Gibraltar
Que el tráfico se detenga, que un avión va a aterrizar en Gibraltar. Es lo que sucede cuando estos pájaros gigantes tienen que llegar o abandonar el territorio. Y es que la carretera más transitada del peñón cruza transversalmente el aeropuerto, cuya construcción data de la II Guerra Mundial, por lo que debe cerrarse cada vez que pasa un avión.
4. Funchal, Madeira (Portugal)
El peculiar diseño arquitectónico y su ingeniosa ingeniería es lo que más llama la atención de este aeropuerto. De lejos, podría tratarse de una maqueta, y los pilares sobre los que se apoya, simples palillos. Pero no. 180 pilares de hormigón lo elevan hasta 70 metros por encima del mar. Este aeropuerto internacional en la isla de Madeira es recordado por un trágico accidente en el que murieron 131 personas, el del vuelo 425 de TAP Air Portugal, que en 1977 se salió de la pista y planeó sobre el mar hasta estrellarse contra un puente y quedar partido en dos.
Eso sí, aterrizar en ella es mucho más complicado que en otra, debido a las turbulencias ocasionadas cuando la velocidad del viento es superior a 15 nudos. Por ello, los pilotos que despeguen o aterricen aquí necesitan una licencia especial.
5. Aeropuerto de Courchevel, en Francia
El lugar donde más se practica esquí, los alpes franceses, también es un sitio donde aterrizan aviones. Es el aeropuerto de Courchevel, con una pista de aterrizaje de apenas 525 metros y una pendiente del 18,5%. Tan solo pasan por aquí pilotos especializados o helicópteros privados. Eso sí, es protagonista de películas como «El mañana nunca muere», de la saga de James Bond.
6. Paro, Bután
El país donde se mide la Felicidad Interior Bruta de los Habitantes, Bután, sólo posee un aeropuerto: el de Paro. Solo hay ocho pilotos en el mundo certificados para aterrizar aquí, que entrenan con simuladores 3D de alta tecnología que recrean las condiciones de vuelo de este aeropuerto. Y es que está situado a más de dos mil metros de altitud y rodeado de picos y montañas puntiagudas que emergen a cinco mil metros del suelo.