El sistema pionero en el mundo, «Bag-On», está integrado en la etiqueta de facturación y permite conocer la ubicación exacta del equipaje y reducir el tiempo para su localización entre un 60 y un 70 por ciento. De la mano de Air Europa, Madrid ha sido el primer aeropuerto del mundo en aplicar este sistema. Le seguirán Barcelona y Palma
El extravío de maletas en los aeropuertos es la pesadilla de pasajeros y también de las aerolíneas. Air Europa ha implantado en Barajas un novedoso dispositivo que evita la pérdida del equipaje gracias a un chip integrado en la etiqueta de facturación.
Los 22 kilómetros de cinta que recorren los entresijos del aeropuerto de Barajas se convierten en un intrincado laberinto para las maletas de miles de usuarios, especialmente para aquellas procedentes de vuelos internacionales o en tránsito. Sufren los pasajeros, pero también sufren las aerolíneas. En 2007, Air Europa registró abundantes pérdidas económicas ocasionadas por el extravío de equipajes y por los retrasos de los vuelos que ello conlleva. En lo que va de 2011, la empresa ha reducido la pérdida de bultos un cien por cien en los vuelos europeos que operan desde la Terminal 2 del aeropuerto Madrid-Barajas y un 85 por ciento en los trayectos internacionales.
Más puntualidad
¿Cómo lo han conseguido? Gracias a la implantación de un «chip» de radiofrecuencia integrado en la etiqueta de facturación. Este sistema pionero en el mundo, denominado «Bag-On» ha sido creado a medida para Air Europa, y ha permitido que en apenas tres años la compañía del grupo Globalia haya sido considerada como una aerolínea de referencia a la hora de hablar de la puntualidad de los vuelos.
A diferencia de las tradicionales pegatinas de código de barras en las que se incluye el código de vuelo y los datos del pasajero, la incorporación del «chip» permite hacer un seguimiento en tiempo real del equipaje durante el trayecto que va desde el mostrador de facturación hasta la bodega del avión, con la posibilidad de reconducirlo si se desvía.
Por ejemplo, en el caso de que una maleta cambie de cinta durante el itinerario, el sistema puede detectar el error y permite automáticamente que un operario la reconduzca o bien la etiquete de forma correcta si se trata de un equipaje que se encuentra en tránsito.
Otro nuevo control se realiza cuando el equipaje entra en la bodega del avión. De nuevo, el dispositivo se activa para comprobar que todo está en orden y parar la cinta en el caso de que el bulto no coincidiera con ese vuelo.
Búsqueda récord
Luis Suárez, responsable de Bag-On System, explica que «los 50 sensores de lectura que están colocados a lo largo de todo el circuito y los cuatro controles –en el mostrador de facturación, en el muelle de carga, en el momento de su clasificación en contenedores y en la entrada al avión– permiten a los operarios conocer la ubicación exacta del equipaje en cuestión y reducir así el tiempo para su localización entre un 60 y un 70 por ciento». De hecho, «ya no es necesario buscar como locos la maleta por todo el aeropuerto, porque sabemos el lugar exacto en el que se ha desviado el objeto, si ha podido llegar procedente de otro vuelo, o incluso si se ha facturado o no», añade.
Por si esto no fuera suficiente, el sistema cuenta también con un programa de localización monitorizado por tiempos que incluye datos del equipaje, pasajero, vuelo y muelle de carga, que permite tanto desde la central como desde los puestos de control seguir en tiempo real el recorrido. «Reducir totalmente los extravíos en el resto de vuelos, especialmente en los internacionales, dependerá de la aplicación de este sistema cuanto antes en otras compañías y en el resto de aeropuertos, ya que es en las conexiones y en los tránsitos donde se registra el mayor número de maletas mal ubicadas», afirma Justo Mesto, responsable de Globalia Handling, a este semanario. Madrid ha sido el primer aeropuerto del mundo en aplicar este novedoso sistema, pero no será el único. «Barcelona y Palma serán los próximos», adelanta.