Samba, cerveza, máscaras, carrozas, flores, baile… En cualquier parte del mundo, el carnaval representa la máxima expresión del jolgorio. ¿Conoces los mejores lugares para dar rienda suelta al carnaval más salvaje?
Si hay una festividad que es conocida y disfrutada alrededor de todo el planeta es, sin duda, el carnaval. Tiene lugar antes de la Cuaresma cristiana, como una especie de liberación por los siguientes cuarenta días de supuesto ayuno y penitencia. Aunque, por lo general, toman este nombre todas las fiestas en las que hay disfraces de por medio.
Su fecha es variable según el calendario eclesiástico y según los países, por lo que 
su celebración tiene lugar en los más diversos meses del año. Como en casi todas las fiestas cristianas, perviven en el carnaval elementos de tradiciones anteriores, como la celebración popular del invierno, fiestas celtas, las orgías greco-romanas asociadas al dios Dioniso-Baco, y que conocemos como Bacanales, u otros ritos paganos.
De ahí que se asocie a la permisividad en todos lo ámbitos, la
libertad sexual y el desenfreno.
Samba de Río de Janeiro.
Hoy en día son muchas las ciudades famosas por sus carnavales, tanto en el continente europeo como en el americano. Quizá el más conocido por su elegancia sea el Carnaval de Venecia. En él tienen lugar las mascaradas, románticos bailes de máscaras a la luz de la luna y al amparo
de los palacetes antiguos y los canales. Se organizan eventos que suelen incluir cena de gala y baile en diversos palacios históricos, iluminados por la luz de las velas y que ponen como único requisito para entrar llevar disfraz (pero no el típico disfraz de payaso, sino algo más acorde al lugar) y… pagar la entrada, que puede variar de 200 a 450 € aproximadamente. Para el Carnaval de Venecia bien vale la pena rascarse el bolsillo.
En Alemania, la ciudad de Dusseldorf se llena de alegría y
jolgorio durante seis días para celebrar el carnaval más famoso del país. Se organizan numerosos bailes y reuniones de disfraces en las que lo que prima es la diversión. Tienen tradiciones tan curiosas como “la noche de las mujeres”, en la que las féminas toman el ayuntamiento, cogen “preso” al alcalde y gobiernan por un día, dando inicio al desfile callejero en el casco antiguo que se alarga hasta altas horas. También realizan coloridos pasacalles donde lanzan caramelos y las carreras “de los maricas” y “de los toneles”. El último día de carnaval todos 
se visten de luto y terminan la fiesta.
El veraniego Notting Hill Carnival de Londres se precia de ser el festival callejero más grande de Europa. La música jamaicana y los ritmos caribeños toman las calles de este barrio londinense y crean un ambiente de lo más festivo, en el que los propios policías que patrullan la zona se cuelgan collares de flores y no
dudan en marcarse unos pasitos de baile. Hay muchos puestos de comida ambulantes, incluido alguno español donde comer un buen bocata de chorizo, donde reponer fuerzas antes de sumergirse en las aglomeraciones que se producen en los tramos por los que circulan los pasacalles.
Otro popular carnaval europeo es el de Niza, en tierra gala. Decoradas carrozas, cabezudos y bandas de música desfilan por las calles de la ciudad iluminada con miles de bombillas de colores. Pero sin duda, lo que más identifica esta celebración es la Batalla de las Flores, en la que las carrozas se cubren de flores y se pasean por toda la ciudad, lanzando desde ellas flores a los espectadores. Los fuegos artificiales son los encargados de poner punto final a la fiesta hasta el año siguiente.
Siguiendo en el continente, también las ciudades de Binche, en Bélgica, con sus desfiles de Gilles, Arlequines y Pierrots, Rijeka, en Croacia y Torres Vedras, en Portugal, así como las españolas Cádiz, Ciudad Rodrigo, (Carnaval de Toro), Tenerife y Gran Canaria tienen importantes carnavales que vale la pena no perderse.
En los Estados Unidos Nueva Orleans es la ciudad del carnaval por excelencia, que allí toma el nombre de Mardi Gras o Martes Gordo. Las calles se llenan de disfraces y antifaces y de los colores verde, morado y dorado, que simbolizan respectivamente, fe, justicia y poder. Típicos de esta fiesta son los dulces llamados king cakes (Roscón de Reyes), las carrozas de los krewes (algo así como peñas festeras), que lanzan regalos al público, y el jolgorio y el desmadre. Una de las curiosidades es que la tradición permite estos días que las mujeres hagan top-less en la vía pública. Si alguna se anima…
Sin embargo, el carnaval más famoso de todos es el de Río de Janeiro, en Brasil. La samba, los exóticos y deslumbrantes vestidos de colores y brillantes y las magníficas carrozas son los protagonistas estos días. Los desfiles, en los que las diferentes escuelas de samba compiten para ser los ganadores, captan la atención de todos y contagian su alegría, invitando a moverse al ritmo de la música toda la noche.
Como puedes comprobar, no te quedarás sin fiesta si decides pasar el carnaval en alguna de estas ciudades ¡o en todas! Luego, si acaso, ya vendrá la penitencia.
su celebración tiene lugar en los más diversos meses del año. Como en casi todas las fiestas cristianas, perviven en el carnaval elementos de tradiciones anteriores, como la celebración popular del invierno, fiestas celtas, las orgías greco-romanas asociadas al dios Dioniso-Baco, y que conocemos como Bacanales, u otros ritos paganos.De ahí que se asocie a la permisividad en todos lo ámbitos, la
libertad sexual y el desenfreno.Samba de Río de Janeiro.
Hoy en día son muchas las ciudades famosas por sus carnavales, tanto en el continente europeo como en el americano. Quizá el más conocido por su elegancia sea el Carnaval de Venecia. En él tienen lugar las mascaradas, románticos bailes de máscaras a la luz de la luna y al amparo
de los palacetes antiguos y los canales. Se organizan eventos que suelen incluir cena de gala y baile en diversos palacios históricos, iluminados por la luz de las velas y que ponen como único requisito para entrar llevar disfraz (pero no el típico disfraz de payaso, sino algo más acorde al lugar) y… pagar la entrada, que puede variar de 200 a 450 € aproximadamente. Para el Carnaval de Venecia bien vale la pena rascarse el bolsillo.En Alemania, la ciudad de Dusseldorf se llena de alegría y
jolgorio durante seis días para celebrar el carnaval más famoso del país. Se organizan numerosos bailes y reuniones de disfraces en las que lo que prima es la diversión. Tienen tradiciones tan curiosas como “la noche de las mujeres”, en la que las féminas toman el ayuntamiento, cogen “preso” al alcalde y gobiernan por un día, dando inicio al desfile callejero en el casco antiguo que se alarga hasta altas horas. También realizan coloridos pasacalles donde lanzan caramelos y las carreras “de los maricas” y “de los toneles”. El último día de carnaval todos se visten de luto y terminan la fiesta.El veraniego Notting Hill Carnival de Londres se precia de ser el festival callejero más grande de Europa. La música jamaicana y los ritmos caribeños toman las calles de este barrio londinense y crean un ambiente de lo más festivo, en el que los propios policías que patrullan la zona se cuelgan collares de flores y no
dudan en marcarse unos pasitos de baile. Hay muchos puestos de comida ambulantes, incluido alguno español donde comer un buen bocata de chorizo, donde reponer fuerzas antes de sumergirse en las aglomeraciones que se producen en los tramos por los que circulan los pasacalles.Otro popular carnaval europeo es el de Niza, en tierra gala. Decoradas carrozas, cabezudos y bandas de música desfilan por las calles de la ciudad iluminada con miles de bombillas de colores. Pero sin duda, lo que más identifica esta celebración es la Batalla de las Flores, en la que las carrozas se cubren de flores y se pasean por toda la ciudad, lanzando desde ellas flores a los espectadores. Los fuegos artificiales son los encargados de poner punto final a la fiesta hasta el año siguiente.
Siguiendo en el continente, también las ciudades de Binche, en Bélgica, con sus desfiles de Gilles, Arlequines y Pierrots, Rijeka, en Croacia y Torres Vedras, en Portugal, así como las españolas Cádiz, Ciudad Rodrigo, (Carnaval de Toro), Tenerife y Gran Canaria tienen importantes carnavales que vale la pena no perderse.
En los Estados Unidos Nueva Orleans es la ciudad del carnaval por excelencia, que allí toma el nombre de Mardi Gras o Martes Gordo. Las calles se llenan de disfraces y antifaces y de los colores verde, morado y dorado, que simbolizan respectivamente, fe, justicia y poder. Típicos de esta fiesta son los dulces llamados king cakes (Roscón de Reyes), las carrozas de los krewes (algo así como peñas festeras), que lanzan regalos al público, y el jolgorio y el desmadre. Una de las curiosidades es que la tradición permite estos días que las mujeres hagan top-less en la vía pública. Si alguna se anima…
Sin embargo, el carnaval más famoso de todos es el de Río de Janeiro, en Brasil. La samba, los exóticos y deslumbrantes vestidos de colores y brillantes y las magníficas carrozas son los protagonistas estos días. Los desfiles, en los que las diferentes escuelas de samba compiten para ser los ganadores, captan la atención de todos y contagian su alegría, invitando a moverse al ritmo de la música toda la noche.
Como puedes comprobar, no te quedarás sin fiesta si decides pasar el carnaval en alguna de estas ciudades ¡o en todas! Luego, si acaso, ya vendrá la penitencia.
Fuente: viajerosanonimos.com
