¿Quién no ha soñado alguna vez en el país de los juguetes?
Este hotel de Ibi (Alicante), llamado el Hotel del Juguete, nos adentra en un mundo de fantasía en el que estaremos rodeados de una decoración de juguetes variopintos muy conocidos así como "playmobil"o figuras típicas de "mecano".
Este hotel se encuentra sobre un antiguo establecimiento de hospedaje, llamado Hostal “El Laurel” que data de 1939 y se presenta como el primer hotel nacional con una temática tan rica como atractiva, que será el deleite de niños y mayores.
El Hotel del Juguete dispone de 21 habitaciones espaciosas distribuidas en suites, junior suites y habitaciones dobles. Se podrán ver desde los típicos "Mecano" a caballitos de madera, trenecitos, dados y otros juegos. Están dotadas de mini bar, últimas tecnologías en domótica, climatización y TV. Además están adaptadas para personas con movilidad reducida.
Este hotel se encuentra sobre un antiguo establecimiento de hospedaje, llamado Hostal “El Laurel” que data de 1939 y se presenta como el primer hotel nacional con una temática tan rica como atractiva, que será el deleite de niños y mayores.
El Hotel del Juguete dispone de 21 habitaciones espaciosas distribuidas en suites, junior suites y habitaciones dobles. Se podrán ver desde los típicos "Mecano" a caballitos de madera, trenecitos, dados y otros juegos. Están dotadas de mini bar, últimas tecnologías en domótica, climatización y TV. Además están adaptadas para personas con movilidad reducida.
Las tres suites son dúplex y cuentan con atractivo especial, ya que cada una de ellas está dedicada a un Rey Mago, denominándose suites Melchor, Gaspar y Baltasar.
Las habitaciones cuentan con una decoración basada en el juguete, y con la posibilidad de que éstas se comuniquen facilitando el alojamiento familiar. Merece la pena destacar que las camas tienen un ancho especial que permite a los padres dormir con sus hijos en caso de que sea necesario.
Existe una habitación apadrinada por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Esto se enmarca dentro de una iniciativa llamada “Dale tiempo al juego”, en su interior encontramos un futbolín y un cuatro rallas inmenso. Otra de las apadrinadas, llamada “Un juguete, una ilusión” cuenta con un espectacular castillo de princesas.
Este cuatro estrellas también ofrece espacios para la restauración: un moderno salón, denominado La Cervecería, donde se sirven los desayunos y almuerzos en un ambiente moderno y más informal, con amplia terraza para disfrutar de un aperitivo o copa.
Mientras que su restaurante, “El Laurel”, de interiorismo minimalista dominado por el color blanco y de ambiente tranquilo, tiene capacidad para hasta 100 comensales y ofrece una carta variada de plato y postres caseros, y una cuidada selección de vinos. También ofrece, como es de esperar, un menú especial ideal para los más peques.
El servicio de este particular hotel es atento y ofrece la posibilidad a los padres de contar con cuidadores y animadores para hacer de esta experiencia a puro juego aún más divertida y profunda. Dentro del edificio, los niños encontrarán un castiillo hinchable, futbolín, ludoteca, entre otras actividades.
Las habitaciones cuentan con una decoración basada en el juguete, y con la posibilidad de que éstas se comuniquen facilitando el alojamiento familiar. Merece la pena destacar que las camas tienen un ancho especial que permite a los padres dormir con sus hijos en caso de que sea necesario.
Existe una habitación apadrinada por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Esto se enmarca dentro de una iniciativa llamada “Dale tiempo al juego”, en su interior encontramos un futbolín y un cuatro rallas inmenso. Otra de las apadrinadas, llamada “Un juguete, una ilusión” cuenta con un espectacular castillo de princesas.
Este cuatro estrellas también ofrece espacios para la restauración: un moderno salón, denominado La Cervecería, donde se sirven los desayunos y almuerzos en un ambiente moderno y más informal, con amplia terraza para disfrutar de un aperitivo o copa.
Mientras que su restaurante, “El Laurel”, de interiorismo minimalista dominado por el color blanco y de ambiente tranquilo, tiene capacidad para hasta 100 comensales y ofrece una carta variada de plato y postres caseros, y una cuidada selección de vinos. También ofrece, como es de esperar, un menú especial ideal para los más peques.
El servicio de este particular hotel es atento y ofrece la posibilidad a los padres de contar con cuidadores y animadores para hacer de esta experiencia a puro juego aún más divertida y profunda. Dentro del edificio, los niños encontrarán un castiillo hinchable, futbolín, ludoteca, entre otras actividades.