miércoles, 29 de octubre de 2014

El Golden Gate o Puente de San Francisco estrena peaje para todos

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Los peajes son algo bastante habitual en nuestras carreteras, y también en las de buena parte del mundo. Pero un peaje a peatones, que es lo que se le ha ocurrido al alcalde de San Francisco, es algo que causa mucha más polémica.

Probablemente los asuntos de impuestos sean de esos que a todos nos echan hacia atrás. Siempre que se habla de subir los tributos, se acaba armando un buen jaleo. Pero si esos tributos tienen que ver con los desplazamientos en una determinada ciudad, algo que los locales hacen a menudo, y además afecta al turismo, podríamos hablar del último caso polémico que se ha desatado en San Francisco, en dónde el alcalde de la ciudad ha pensado que imponer un peaje a todo aquel que utilice el Golden Gate es una fabulosa idea. Y con todo aquel no nos referimos únicamente al tráfico en vehículos, sino también a aquellos que se muevan andando o en bicicleta.

Como casi siempre que se plantean este tipo de decisiones, todo viene por el déficit que acumula en la actualidad la ciudad, el cual asciende a los 33 millones de dólares. Y si tenemos en cuenta que el Golden Gate es uno de los monumentos más famosos de San Francisco, visitado por miles de turistas cada mes, y al mismo tiempo, los locales ya están acostumbrados a pagar por circular con él en sus carros, el ayuntamiento ha considerado que es una buena fórmula para conseguir equilibrar sus finanzas. Aunque la propuesta está tan solo sobre la mesa, y de momento no ha pasado a ser una ley, es cierto que muchos colectivos se han opuesto.

Si tenemos en cuenta que se trata de un puente, y que a sus dos lados se acercan turistas de todo el mundo para hacerse la foto, o para cruzarlo simplemente por el placer de ver a la ciudad desde dos puntos de vista muy distintos, hay un montón de negocios, sobre todo de hostelería que se mueven en esos dos bordes. Si bien no todos los turistas dejarían de ir por ser de pago, muchos probablemente se replanteasen que es mejor la idea de hacerse la foto del famoso Golden Gate desde otro punto de la ciudad en el que no hubiese que tirar de tarjeta. Y eso supone que todos esos comercios acabarían notando una caída importante de las ventas.

http://www.turaser.net/blogPero no solo se trata de los propios turistas, sino de los mismos locales. Ellos sí son más propensos a utilizar las bicicletas en la que se considera la ciudad más europea de todos los Estados Unidos. Esas bicicletas son una manera de moverse sin contaminar, uno de esos problemas que sufren prácticamente todas las ciudades. Y si ahora resulta que se paga de ambos modos, puede que más de uno vuelva a cambiarse a las cuatro ruedas, con todo lo que ello significa para la vida en la ciudad.

 
Pagar por ver el Golden Gate

Para los que se oponen a esta tasa planteada desde el ayuntamiento, la defensa viene a ser un ataque directo hacia lo que debería ser considerado como un patrimonio turístico y un símbolo de la ciudad. Al fin y al cabo, es el más conocido y el clásico de las postales. Estos colectivos entienden el impuesto como una forma de gravarlo, algo que no consideran ni prioritario, ni lógico. Pero claro, cuando vemos posturas tan enfrentadas entre sí, quizás conviene echar un vistazo a la propuesta tan particular que ha dividido a la ciudad y ver en qué cifras de tasas se manejarían.

Los carros, en la actualidad pagan unos 8 ó 10 dólares por cruzar al otro lado del Golden Gate. Se trata de una tasa muy elevada para un europeo, dónde estamos acostumbrados a unos precios más baratos y a tramos más grandes de peaje. Aún así, son muchos los que lo usan para conectarse con la ciudad y la población vecina, Marin Country. Pero lo que más llama la atención es que cuando se inauguró el que sería el puente que dio a conocer por todo el mundo la ciudad de San Francisco, se había establecido un peaje de 10 centavos de dólar para los peatones. Sin embargo, en el propio año de inauguración, en 1970, se eliminó de forma definitiva.

Si la propuesta del ayuntamiento para combatir su propio déficit es la de volver a instaurarlo, probablemente la cifra tendría que rondar los 3 ó 4 dólares para los peatones. Y aunque por aquel entonces moverse en bicicleta no era una cosa habitual y por eso tampoco se tuvo en cuenta en la redacción del texto, es muy probable que se quedase en unos 5 o 6 dólares, que sería la media entre quién se mueve a pie y quién se mueve en coche. ¿Qué te parece la propuesta? ¿Crees que es acertada?