jueves, 6 de diciembre de 2012

Ahorrar en nuestra reserva de hotel

Cuando reservamos un hotel siempre buscamos el que mejor se adapte a nuestras necesidades por el precio más económico. Reservar con tiempo o estudiar las condiciones de la reserva son algunos trucos que nos permitirán ahorrar dinero en nuestras vacaciones.

Cuando nos vamos de viaje y reservamos un hotel, solemos buscar el que se adapte mejor a nuestras necesidades por el precio más económico. Aún así, muchas veces nos aparecen algunos gastos con los que no contábamos antes de irnos y que pueden amargarnos un poco nuestra estancia. La agencia de viajes online Rumbo hizo un decálogo con algunos pasos que deberíamos seguir antes de confirmar nuestra reserva hotelera para ahorrarnos un dinero que siempre viene bien, y más aún en tiempos de crisis. Vamos a repasar algunos:

El primero de ellos es reservar con tiempo. Igual que pasa cuando compramos un billete de avión, las reservas hoteleras son más baratas si las hacemos con antelación. Tanto las principales cadenas de hoteles como las agencias de viajes incluyen descuentos de venta anticipada; además, cuanto antes reservemos, mayor disponibilidad de fechas, lugares o regímenes de alimentación encontraremos. Si nos esperamos al último momento puede que no consigamos lo que queríamos, pero si no tenemos una preferencia concreta siempre nos la podemos jugar a encontrar algún chollo de última hora a un precio sensiblemente inferior al ordinario.

Otro aspecto a tener en cuenta es prestar atención a las condiciones de la reserva. Puede parecer lógico, pero tenemos que saber en qué condiciones reservamos el hotel, y algunas ofertas pueden llevar alguna sorpresa, como unas condiciones de cancelación diferentes a las habituales. También es importante saber hasta cuándo podemos cambiar o anular la reserva y por qué precio. Una buena opción para cubrirnos las espaldas en estos casos es la contratación de un seguro de anulación, que nos permitiría recuperar el dinero -o parte de él- en caso de que un imprevisto nos impida viajar.

El tipo de habitación que hemos reservado es un asunto que tampoco podemos pasar por alto, más si viajamos con niños. No en todos los hoteles están preparados para añadir camas adicionales en las habitaciones, lo que puede hacer que si viajamos cuatro personas estemos muy apretados. Para evitar situaciones incómodas como esta, hay que estudiar bien qué opciones nos ofrece cada hotel en cuanto a disponibilidad de camas, e incluso sopesar posibilidades como pagar un poco más por reservar una habitación más grande, tipo suite.

Utiliza la fórmula de "todo incluido", que te permite contratar las vacaciones con un precio cerrado de antemano e incluye todas las consumiciones en bares, restaurantes e instalaciones del hotel, incluso fuera de los horarios de comidas. Con ello evitarás gastos adicionales e inesperados, podrás tomar lo que quieras cuando quieras y disfrutarás de unas vacaciones sin sobresaltos y sin tener que recurrir constantemente a la tarjeta de crédito.

Escucha a otros viajeros. Internet nos permite acceder a las impresiones y comentarios de otros usuarios que han estado antes alojados en un determinado hotel. Leyendo sus opiniones te harás una idea más clara de lo que vas a encontrarte.

Finalmente, hay que aprovechar las posibilidades que nos ofrece internet. Podemos filtrar las opciones y que nos aparezcan directamente las que más nos interesan, buscar y contrastar opiniones de gente que se ha alojado en los hoteles en los que estamos interesados o realizar recorridos virtuales por ellos, lo que nos permitirá conocerlos mejor.