
La llegada del 2013 trae consigo dos situaciones distintas y consecutivas. La primera, que ya protagoniza nuestra vida, es el haberse planteado un montón de propósitos que esperamos cumplir. La segunda llegará dentro de unos meses, cuando descubramos que nuestras buenas intenciones han quedado difuminadas por el poder de la rutina y las obligaciones diarias. Para ahora o para entonces. Viajar puede ayudarnos en cualquiera de las dos situaciones.
Si nuestra intención es cumplir propósitos, hay destinos que no nos dejarán más remedio que hacerlo. Y si ya hemos tirado la toalla, hay lugares en el mundo que nos harán sentir mucho mejor por hacerlo. Aquí algunos ejemplos:

Comer mejor y hacer deporte. Si lo tuyo es perder esos kilos de más y hacerle un favor a tu salud, tus próximas vacaciones te llevan hasta Dubrovnik (Croacia). En el hostal Bokun Guesthouse disponen de su propia huerta, cuyas legumbres y frutas van de la tierra al plato. Presumen de que todos sus platos son 100% biológicos, y además elaboran sus propios vinos y licores.

Aprender inglés. El desconocimiento de la lengua de Shakespeare es el gran mal que sufrimos muchos españoles. Un mal que se soluciona fácilmente con un viaje a Estados Unidos, la parte anglófona de Canadá, Gran Bretaña, Malta, Australia o Nueva Zelanda. ¡Será por posibilidades! Si además optas por una estancia en una zona rural o poco frecuentada por el turismo, no te quedará más remedio que desenvolverte. Pero pongamos que ya te cansaste de intentarlo. En ese caso, tu viaje te lleva hasta Japón. Un lugar donde tu inglés chapurreado servirá a veces de poco, y otras veces de nada. Entre los japoneses que no lo hablan y los que lo intentan con un acento indescifrable, los gestos se convierten en la única opción válida.
En cualquier caso, no olvides lo más importante: ¡pasar unas magníficas vacaciones!
En cualquier caso, no olvides lo más importante: ¡pasar unas magníficas vacaciones!
Via: Donde Viajar