jueves, 28 de junio de 2012

Venecia, la ciudad de los canales



La ciudad romántica por excelencia se mantiene inalterable al paso del tiempo y al capricho de sus aguas

Conocida como la 'reina del Adriático', la 'Serenísima' o la 'ciudad de los canales', Venecia es la capital de la región italiana de Véneto. Situada en una laguna pantanosa en el mar Adriático, entre las desembocaduras de los ríos Po y Piave, la ciudad de Venecia está formada por 120 pequeñas islas, comunicadas entre sí por centenares de puentes, ríos y canales, algunos de ellos de gran belleza.


Su singularidad se ha convertido también a lo largo de los siglos en su mayor amenaza: las inundaciones periódicas. Esta circunstancia, unida a la 'acqua alta' (marea alta), que en primavera y otoño llega a inundar completamente dos veces al día la Plaza de San Marcos, son una seria preocupación para el Gobierno italiano, que se ha visto obligado a levantar diques móviles que se cerrarían en caso de aumento del nivel del agua del mar.

Con todo, Venecia tiene un encanto singular. Prueba de ello es que millones de turistas de acercan cada año a la ciudad italiana para conocer de cerca un escenario de cuentos de hadas, repleto de palacios, música, arte y tradición. Porque la ciudad, que en su día fue una próspera república independiente, ha sabido conservar su pasado y hoy, ofrecerlo al mundo. 

Lugares de interés: 

- Plaza de San Marcos. Considerada por Napoleón Bonaparte en su día como la plaza más bella de Europa, es el único espacio de la ciudad que recibe el nombre de plaza; las demás son denominadas campo o 'campielli'. Está dominada por la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal y el Campanario de la Basílica (desde donde se señalaban la llegada de los barcos y los incendios de la ciudad), el Gran Canal, la Torre del Reloj de San Marcos, la Procuradoría Antigua, el Ala Napoleónica, la Procuradoría Nueva, Logetta y la Biblioteca Marciana. Buena parte de la planta baja de las Procuradorías está ocupada por cafeterías, incluyendo el Caffè Florian y el Gran Caffè Quadri. El Museo Correr y el Museo de Arqueología están ubicados en algunos edificios de la plaza. La Casa de Moneda yace tras la Biblioteca Marciana en la orilla del Gran Canal. Éstas últimas construcciones fueron completadas durante la ocupación napoleónica, aunque el Campanario has sido reconstruido.

-Arsenal de Venecia. Es un astillero y base naval que jugó un papel principal en la construcción del poderío marítimo veneciano. Fue una de las áreas más importantes de la ciudad. Una estructura de estilo bizantino pudo haber existido alrededor del siglo VIII aunque la actual estructura se cree comenzó a construirse en 1104, ya que no hay evidencia de una fecha precisa.

-Galería de la Academia. Tiene su origen en la Academia de artes fundada en el siglo XVIII. Este museo es quizá el más rico en pintura veneciana del mundo, junto con el Museo del Prado de Madrid. Casi todos los pintores que trabajaron o pasaron por Venecia están representados, y algunos, como Giorgione o Tiziano, con algunas de sus máximas creaciones.

-Teatro la Fenice. Inaugurado en 2003 tras el último incendio que lo destruyó, la reconstrucción reprodujo fielmente el antiguo teatro.

-Gran Canal. Tiene 3.800 m de longitud, de 30 a 70 m de anchura y cinco m máximo de profundidad. A sus orillas, se levantan cerca de 200 palacios, construidos desde el siglo XII al XVIII. Los venecianos lo denominan el 'canalazzo', para diferenciarlo de los canales menores, que reciben el nombre de 'rii'. Lo atraviesan cuatro puentes, siendo Rialto el más antiguo.

Carnaval 

Más allá de la historia, la cultura y la singularidad de su urbanismo, por encima de todo, lo que más atrae de Venecia a turistas de todo el mundo es el Carnaval. La tradición se remonta al siglo XI, cuando la República estrenaba dominio marítimo sobre importantes porciones del mar Mediterráneo, alcanzando su máximo esplendor entre los siglos XVII y XVIII. A él acudían viajeros y aristócratas de toda Europa, en busca de diversión y placer. Con la decadencia de Venecia como poder mercante y militar, el carnaval perdió fuelle hasta casi desaparecer.

En 1979, Venecia lo recuperó oficialmente de nuevo, convirtiéndolo en un espectáculo irrepetible. Durante diez días, desfiles y fiestas tanto organizadas como improvisadas se suceden ante la mirada atónita de visitantes de todos los puntos del planeta. Espectaculares disfraces de época y, sobre todo, máscaras, con la 'maschera nobile' -la típica careta blanca con ropaje de seda negra y sombrero de tres puntas- como protagonista inundan cada rincón de la ciudad.